Tal como nos comprometimos, Familias por la Inclusión Educativa de Castilla-La Mancha os hacemos llegar algunas de las reflexiones recogidas el día 28 de octubre de 2019, en que tuvimos la oportunidad de conocer una gran variedad de asociaciones y colectivos que aun teniendo intereses y objetivos particulares, mostrasteis también un sentir general acerca de la reivindicación de un modelo de escuela inclusiva que es sinónimo de una escuela mejor, posible y necesaria.
Tras una ronda de aportaciones que reflejaban la situación que cada asociación o colectivo conocíais con más profundidad os pedimos que valorarais (con poco tiempo, es verdad…) con qué recursos contábamos y cuáles podrían ser algunas propuestas.
En Resumen,
Aunque se pone en valor el compromiso y buena voluntad de algunos Centros y docentes, la visión del sistema educativo es en general desoladora. Se mezclan, en esta “foto”, escenas de decepción con algunas experiencias esperanzadoras. Se señala positivamente que desde hace tiempo la Escuela Infantil mejora significativamente la inclusión de los niñ@s y que en la etapa de escolarización a los tres años hay un esfuerzo porque las familias estén muy presentes en un modelo de colaboración con la escuela. Por otro lado también es un valor que ante el dilema de los CEE, es desde los propios Centros que se está haciendo el esfuerzo por su transformación. Algunos proyectos y programas específicos dan buenos resultados, algunos de ellos vinculados al arte o hacia la toma de conciencia de temas de carácter emocional. Otros proyectos fuera de la escuela asesoran y apoyan a familias y a docentes. Hay, por otro lado, una consideración generalizada de que la escuela es un sistema con una estructura muy rígida que no facilita la participación de los alumnos ni las familias. Más centrada en los resultados académicos que en el desarrollo integral de los alumnos que en algunos casos tienen que superar barreras idiomáticas, culturales, administrativas o vinculadas a otras condiciones personales. En esos casos, se sigue evidenciando la falta de formación para afrontar algunas estrategias que facilitarían la oportunidad de aprender y participar de tod@s los niñ@s, en otros casos se echa de menos recursos personales y metodologías innovadoras. Algunos colectivos reclaman más comprensión hacia los niños que aunque no presenten “problemas” a priori pueden generar con el tiempo situaciones que les lleven a la depresión, tristeza o ansiedad. No a todos los alumnos se les alienta y se tienen altas expectativas para ellos.
Entre los Recursos,
Mucho saber técnico que puede ponerse al servicio de una escuela para todos. Programas y metodología con evidencias, familias sensibilizadas y empoderadas, grupos de apoyo, actitudes de escucha y colaboración, la experiencia de las asociaciones, la gran diversidad profesional, la oportunidad de la formación de futuros docentes, formación continua e investigación. Los niños con ideas originales, diferentes y posibles para solucionar cualquier problema.
Entre las Propuestas,
- Campaña o mecanismos de sensibilización, visibilización de las Asociaciones.
- Jornadas de formación.
- Crear un área de atención al deporte inclusivo dentro de los Ayuntamientos.
- Libro blanco de la Educación Inclusiva, aspectos prácticos para la inclusión.
- Actualizar la formación en materia de inclusión tanto en la Facultad de Educación como en los equipos docentes. Colaboración en formación de prácticas universitarias.
- Conectar con las iniciativas que están apostando por una Escuela para Todos desde la propia escuela (no desde la discapacidad).
- Recoger y visibilizar buenas prácticas en educación.
- Jornadas de concienciación a nivel político.
- Establecer “hoja de ruta” común para mediar con la Administración Educativa.
- Proyectos de Centros Inclusivos (evaluación y seguimiento).
- Reivindicación de respuestas educativas ajustadas.
- Acciones para la prevención de futuras situaciones de exclusión.
- Trabajar por cambios en las políticas educativas y sociales en materia de menores.
Es posible, estemos de acuerdo en: establecer redes de colaboración y compartir recursos, experiencias e inquietudes sobre las situaciones de inclusión o exclusión vividas en los centros escolares por familias y alumnos. Estudiar la posibilidad de aunar esfuerzos en la realización de actuaciones y demandas realizadas a las Administración Educativa, actuando de forma conjunta para reivindicar y trabajar por una respuesta educativa ajustada a todas y cada una de las realidades vividas por los menores y sus familias. Favorecer la prevención, desde el ámbito asociativo y familiar, de futuras situaciones de exclusión social y laboral, interviniendo desde las edades más tempranas y en diferentes ámbitos (familia, escuela, ocio,…) Recoger y visibilizar buenas prácticas en educación, generar espacios para el debate y la reflexión entre familia y profesionales, reivindicar recursos suficientes, normativa clara, potenciar la figura de l@s tutor@s. Establecer cauces de comunicación y debate con la Administración Educativa que favorezca la puesta en marcha de Proyectos de Centro verdaderamente inclusivos, la evaluación de estos, la dotación de recursos necesarios y adecuados, ratios, la formación de los equipos docentes, la titulación de todos los alumnos (independientemente de barreras de aprendizaje), el desarrollo de normativa que verdaderamente favorezca una eficiente inclusión educativa.
En palabras de Gerardo Echeita, “Exigir lo que ya debería existir”.