Somos un grupo de familias, profesionales y asociaciones, colectivos e instituciones que creemos en la escuela como como espacio físico, mental, emocional y social donde se construye, se crea y se encarna la presente y futura humanidad, diversa y plural que es capaz de transformar realidades sociales complejas.
Asumimos el reto que implica construir un sentir colectivo, basado en la cooperación, el trabajo en red y el intercambio de conocimiento y de buenas prácticas.
Aunque cada una de las asociaciones o colectivos firmantes, representa un espacio de apoyo, acompañamiento o reivindicación variado, nos une un interés común muy poderoso: EL DERECHO A UNA EDUCACION INCLUSIVA DE CALIDAD Y EL TALANTE COLABORATIVO PARA LLEVARLA A CABO JUNTO A LA ADMINISTRACION.
Encontramos que el sistema educativo actual se basa, en algunos casos, en una concepción academicista y excesivamente curricular, alejada de la evidencia científica y los principios de las leyes educativas que promulgan una educación basada en competencias, centrada en planes de vida, personalizada y con cabida para la diversidad del ser humano. Derivadas de este enfoque se perpetúan prácticas con un tinte competitivo, deshumanizado y basadas en la meritocracia, sin espacio para muchos niños y niñas. Como consecuencia, vivimos con demasiada frecuencia, experiencias de niños/as que viven en la escuela una realidad asfixiante que entra en contradicción con los derechos fundamentales de la infancia.
La dificultad de parar y repensar nuestros hábitos en la relación educativa, manifiesta la resistencia del sistema educativo, y de quienes lo conformamos, para adaptarnos a una sociedad diversa.
Las consecuencias de no cuestionarnos el modelo actual lleva a algunos niños/as a efectos demoledores como: tensión, frustración, agotamiento, estrés, crispación, insomnio, ansiedad, desmotivación…Y ante ello, el sistema parece no poder parar o se ve arrastrado por inercia.
Pero nosotros como pieza del sistema, podemos detenernos. Podemos detenernos si no queremos seguir sosteniendo esa educación que hace el mundo insostenible para un alto porcentaje del alumnado, sus familias o profesionales de la educación. Sabemos que la sociedad que queremos se gesta en la realidad escolar y sentimos que volcar las más altas expectativas en el alumnado, potenciaría su crecimiento y desarrollo integral de un modo más satisfactorio.
Proponernos compartir esta mirada común y aunar esfuerzos. Pretendemos trabajar para la defensa de los derechos de las niñas y niños a una educación inclusiva. Comenzamos a tomar conciencia de la importancia de trabajar unidos desde una posición de escucha, comprensión y suma de diversos puntos de vista, asumiendo que la colaboración entre nosotros y con otros colectivos e instituciones, es básica para conseguir nuestros objetivos. Nos basamos en el derecho de toda persona a tener una educación inclusiva de calidad, junto a todos los niños y niñas compartiendo espacios, aprendizajes y momentos vitales, sin que ninguno quede excluido por condiciones de capacidad u otras condiciones.
Cuando hablamos de todos son todos. Todos los alumnos y alumnas, uno a uno, los que tienen diferentes capacidades, ritmos de aprendizaje y motivaciones; aquéllos que parten de situaciones de desventaja social, discapacidad, altas capacidades o con problemas de conducta, enfermedad, los alumnos/as con trastorno de apego, inmigrantes de distintas lenguas y culturas y los de incorporación tardía al sistema educativo
Queremos promover una escuela inclusiva, equitativa, y de calidad. Los términos aludidos quedan clarificados como sigue:
a) Inclusión: implica presencia, participación y aprendizaje de todos/as los/as alumnos/as. La inclusión es un proceso. Es decir, la inclusión ha de ser vista como una búsqueda constante de mejores maneras de responder a la diversidad del alumnado. La inclusión precisa la identificación y la eliminación de barreras, entendidas como creencias y actitudes que las personas tienen respecto a este proceso. La inclusión pone particular énfasis en aquellos grupos de alumnos que podrían estar en riesgo de marginación, exclusión, o fracaso escolar.
b) Equidad: garantiza la igualdad de oportunidades para el pleno desarrollo de la personalidad a través de la educación, la inclusión educativa, la igualdad de derechos y oportunidades y la accesibilidad universal a la educación. Actúa como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales
c) Calidad educativa: una escuela de calidad es la que favorece el desarrollo de las competencias cognitivas, afectivas, sociales, estéticas y éticas de todos sus alumnos, vela por su bienestar emocional, busca estrategias para responder a su diversidad personal y cultural, procura elaborar un proyecto colectivo en el que la comunidad educativa participe y se sienta comprometida, y establece relaciones con otras escuelas e instituciones para el logro de estos objetivos.
Para promover esa escuela que queremos, la mejor opción es la unión. Y NUESTRA PROPUESTA DE ACCIÓN PASA POR:
- Reflexionar y analizar la situación actual del sistema educativo que tenemos (teniendo como herramientas la escucha, el diálogo, los estudios de investigación y la experiencia).
- Visibilizar buenas prácticas inclusivas.
- Fomentar la formación de los distintos agentes de la comunidad educativa.
- Sensibilizar sobre las consecuencias que tiene un sistema educativo no inclusivo.
- Acompañar a alumnos/as y familias que vivan situaciones de exclusión.
- Apoyar cualquier proyecto o iniciativa que suponga cambios hacia esa inclusión de la que hablamos.
- Establecer cauces de comunicación con la Administración a fin de caminar juntos, aportando nuestra visión de la realidad, escuchando y exigiendo que se corrijan aquellas prácticas y actuaciones que dejan lejos la inclusión que queremos.